Estos son algunos de los comentarios que he tenido que oír, entre muchos otros, a lo largo de mi vida.
Quiero dejar claro que no todas las personas que están delgadas no comen, están enfermas, o tienen algún tipo de trastorno alimenticio, o se desviven en el gimnasio para estar así. Tampoco todas llevan una vida insana para conseguir ningún canon de belleza. Existen personas delgadas o muy delgadas (como es mi caso), porque así es nuestra constitución.
De la misma forma, tampoco significa que nos tengamos que ver mal de este modo o que queramos engordar. Yo me quiero y acepto, así tal cual. Siempre me he gustado así, porque así soy. Y me veo bien (con mis cosillas, como todos), y me siento perfecta.
Estoy harta/cansada de dar explicaciones de por qué estoy delgada, o de que la gente se sorprenda por no querer tener más pecho, más culo, más de todo. De que intenten cebarme para que engorde cuando paso unos días en casa de alguien. Que piensen que he hecho un largo y duro trabajo de aceptación (como si tuviera que aceptar algo). Cuando la realidad es que nunca he hecho nada, porque siempre me he sentido identificada y maravillosa así, pese a los constantes comentarios.
Pero, ¿qué hubiera pasado o pasaría si hubiera hecho caso a todos esos comentarios? ¿Cómo hubieran afectado a mi vida? Deberíamos pensar más antes de dar la opinión que nadie nos ha pedido sobre el aspecto físico de los demás, ya que podemos llegar a hacer mucho daño.